¿POR QUÉ LA GENTE NO VOTA?

Publicado por Antonio Diaz, Cristobal Huneeus y Marta Lagos
El voto voluntario fue instalado en un acto de improvisación desesperada, para intentar revertir la baja en la participación electoral.

Pero cuáles son los estudios que respaldan esta desición y muestran las razones por la cuales la gente no vota.?

La Ciencia Política señala que la gente vota cuando cree que su voto  hace diferencia. Históricamente son las elecciones mas competitivas, las elecciones mas estrechas, las elecciones donde se deciden destinos, las que más han convocado a los chilenos a votar.  Son los mismos casos que convocan  en general a los pueblos a votar.

Otros factores externos a la eleccion tienen influencia como son: las costumbres de la gente, las dificultades para acceder al lugar, la distancia y el costo que implica ir a votar. El resultado de una eleccion puede estar tambien influenciado por el clima en el día de la elección. Es decir las condiciones materiales en que sucede el voto pueden facilitar o dificultar la participación.

Es por ello que el análisis del nuevo padrón nos entrega importante información respecto de varios de estos elementos que influyen en la probabilidad de que un cuidadano vaya a votar. En primer lugar hay que decir que el nuevo padrón electoral es un registro muy imperfecto. Su mayor imperfección es  la ubicación geográfica del elector. En efecto el nuevo padrón registra a muchos votantes en un lugar distinto del que vive.

El tiraje de la chimenea

Publicado por Antonio Diaz, Cristobal Huneeus y Marta Lagos
Las familias políticas han hecho historia. Una de las primeras que se viene a la mente es el Clan Kennedy que marco un periodo de la historia de EEUU. En efecto existen las familias políticas, pero mas bien como excepción que como regla. Los sistema de partidos de los países del primer mundo  tienen mecanismos de reclutamiento y selección de sus dirigentes que hace muy difícil  la existencia de familias políticas.  En Estados Unidos encontramos mas casos, a los Kennedy se le suma Busch.

En el caso de Chile la situación es muy distinta, una sociedad pequeña dominada por pocos dueños de la tierra, estaban mas bien obligados a hacerse cargo de la política. No había una democracia masiva y los que votaban era una pequeña minoría.

Una mirada al Congreso de 1900, vemos que apellidos como Bulnes, Larraín, Errázuriz o Valdés, se repiten con frecuencia. Si se analizan sus datos de parentesco, encontramos que un 60% de los miembros de ese parlamento, estaban emparentados entre sí[1]. A lo largo de la historia la sucesión se produce mas bien por  la alternancia de las familias. La Familia Alessandri es quizá la ultima de esa etapa de Chile.

La brecha de género en la participación electoral

Publicado por Antonio Diaz, Cristobal Huneeus y Marta Lagos
Mucho se ha escrito sobre la participación de las mujeres en las elecciones después que se les otorga el derecho a voto en las elecciones municipales 1935 y a las elecciones presidenciales 1952.

Las mujeres representan a mas del 50% de la población tienen una  vida electoral mas larga que los hombres porque su esperanza de vida es mayor. Definitivamente las mujeres importan mas en una elección que los hombres solo por este argumento. El interés aumenta al preguntarse; ¿existen diferencias de participación entre los hombres y mujeres en las elecciones presidenciales chilenas?

Las diferencias son importantes y se han acentuado en el tiempo.

En las elecciones presidenciales de 1999 votaron proporcionalmente muchas mas mujeres que hombres, participaron 72,8%  de  las mujeres  versus  un 68,2% de los hombres, con una diferencia de 4,6 puntos porcentuales. En la elección presidencial del 2005, cuando fue candidata Michelle Bachelet, participaron un 60.8% de los hombres y un 66.4% de las mujeres, con una diferencia de 5.8 puntos porcentuales. Aumenta la distancia entre hombres y mujeres y cae la participación electoral en general en esa elección.

Las elecciones parlamentarias de 1997

Publicado por Antonio Diaz, Cristobal Huneeus y Marta Lagos
Las primeras elecciones parlamentarias sin elección simultanea de Presidente desde el retorno a la democracia en 1990 se realizaron en 1997 en la mitad del período presidencial de Eduardo Frei Ruiz Tagle.

El país crecía a un 7%, el desempleo estaba bajo el 6%, y la aprobación al gobierno según la encuesta CERC en Septiembre de ese año era de un 59%.  El año 1997 fue un buen año económica y socialmente, sin grandes acontecimientos. Poco hacía prever un cambio en el comportamiento político como el que ese manifestó en las elecciones parlamentarias de ese año. La elección acusó  la primera baja significativa de participación electoral desde la reinauguración de la democracia.  Disminuyeron en  943.000 los votantes respecto de la elección presidencial.  Casi la totalidad de la disminución fue el castigo a la coalición de gobierno que perdió 800.000 votos. Es así como en las elecciones presidenciales de 1993, un total de 3,7 millones de personas votaron por los candidatos de la Concertación de Partidos por la Democracia,  bajando a 2.9 millones en las parlamentarias de 1997.

Del total de los 800.000 votos que perdió la Concertación, el mayor castigo se lo llevó el partido del presidente de la república, el PDC, que perdió medio millón de votos. En efecto, pasó de obtener 1,8 millones de votos en las elecciones de 1993 a  1,3 millones de votos en las de 1997. A pesar de haber perdido medio millón de votos, la Democracia Cristiana eligió un diputado más en esa elección que en la anterior, por las ventajas del sistema binominal, favorecido por doblajes que fueron posible por el compañero de lista del PS/PPD.

Había inscripción voluntaria pero voto obligatorio, y a pesar de eso casi un millón de personas manifestó su rechazo al acto electoral quedándose en la casa, más que cambiándose de partido o de coalición. 

IMPACTO DE LA BRECHA DE EDUCACIÓN

Publicado por Antonio Diaz, Cristobal Huneeus y Marta Lagos
En las elecciones presidenciales celebradas entre 1989 y 2009 han votado entre 7, 25 millones de un total de 8,06 millones de votantes (89.9%) y 7,38 de un total de 12.1 millones, lo que representa una tasa de participación de un 61%.. Todos los porcentajes están calculados respecto del total de votantes potenciales de cada elección, no respecto de los votantes registrados, con el objeto de comparar con el período que se inicia de voto voluntario.

En 2012, al introducirse  la inscripción automática y voto voluntarios, se produce una fuerte caída en el número de electores que acuden a las urnas. Así fue como lo experimentamos en las elecciones municipales de octubre de 2012, donde sólo 5.79 millones de personas ejercieron su derecho a voto, una tasa de participación del 40%. Es decir, al menos 1,2 millones de personas menos que las que habían votado cuando el registro era voluntario y el voto obligatorio. 

¿ Y qué esperamos que suceda en las urnas el 17 de noviembre?

El potencial de personas para votar ese día es de 13,5 millones de personas.  Si vota el 60% deberían llegar a las urnas 8,1 millones de votos. Esto corresponde a casi un millón más  de votantes que en la ultima elección presidencial del 2009/2010. Si la participación fuera del 70%, tendría que elevarse a 9,45 millones de votos.

¿Cuál es el impacto de un aumento de la participación electoral en el resultado? ¿Qué coalición se ve beneficiada cuando votan más personas?

 Con la información que tenemos de los electores que votaron en las primarias, sumados a otros datos construidos a partir de información del INE, podemos observar lo siguiente. En comunas donde la participación es mayor, la Nueva Mayoría (NM), obtiene un menor porcentaje de votos  que en las comunas donde votan menos personas. A contrario censo, la Alianza obtiene un mayor porcentaje de votos. Se produce asimismo un efecto similar en comunas donde el nivel de educación es mas alto. Allí los candidatos de la Alianza obtienen un mayor porcentaje de votos, que en las comunas donde el nivel de educación es menor.[1] Es A contrario censo la Nueva Mayoría obtiene menos votos en esas comunas.[2]

Es decir, los resultados de las primarias indican que mientras más  gente vota, más se beneficia la Alianza.  Veremos si esta situación  se cumple en las próximas elecciones presidenciales.   

Sin embargo, plantearnos qué universo de electores beneficia a qué coalición, no es la única interrogante que existe frente a los próximos comicios. Existen otras preguntas como  ¿Cuál es la participación electoral que podemos esperar para el 17 de noviembre?,¿Cuál es la composición de esos chilenos, que irán a votar, si corresponden a votantes nuevos o viejos? Todas estas preguntas las iremos respondiendo en los artículos que publicaremos  en Radio Biobío, de  aquí hasta la elección del 17 de noviembre.




[1] Los resultados no cambian si AV no se incluyen en la NM.
[2] Los resultados de estas regresiones están en el blog de decidechile, www.decidechile.cl.

Los candidatos a Diputado Sub 35

Publicado por Antonio Diaz, Cristobal Huneeus y Marta Lagos
aumentara en varios millones de personas. Sin embargo, este incremento no fue en la misma proporción para todos los grupos etáreos. El aumento más significativo en inscritos, se produjo en los jóvenes entre 18 y 34 años.

Así lo reflejan las cifras que nos muestran que en 2009, un 6,5% del padrón correspondía a este grupo, mientras que para la elección  de 2013, un 32,4% de los inscritos tendrán entre 18 y 34 años. Frente a este nuevo escenario surge la siguiente interrogante : ¿este aumento de jóvenes en el padrón, arrastrará consigo un incremento en los candidatos jóvenes a la Cámara Baja? La respuesta es sí.

En 2009, un 13,5% de los 429 candidatos a diputados tenía menos de 35 años el día de la elección. De esos 58 candidatos jóvenes, sólo10 eran mujeres, el 41% competía en un distrito de la Región Metropolitana- superando ampliamente al 26% de los candidatos mayores de 34 que postulaban por la misma zona- , y los partidos con más candidatos eran lel Partido Humanista (PH) y Unión Democrática Independiente (UDI) con nueve candidatos cada uno. Sin embargo es en  la categoría de los candidatos Independiente donde se encuentran más representantes, sumando un total de 11.

Donde mi voto vale 6 veces menos

Publicado por Antonio Diaz, Cristobal Huneeus y Marta Lagos
El 17 de Noviembre se eligen 120 diputados, dos por cada distrito, y 19 Senadores, dos por cada circunscripción senatorial. Aunque todos los 13,5 millones de Chilenos inscritos tienen derecho a votar, el voto de cada uno no tiene el mismo impacto para elegir un diputado o senador.

En el distrito más grande de Chile, el D20 (Maipu, Estación Central y Cerrillos) hay casi 550.000 chilenos inscritos, mientras que en el distrito más pequeño, D6 (Vallenar, Alto del Carmen, Caldera, Huasco, Freirina, Tierra Amarilla) son alrededor de 85.000 chilenos los que estan inscritos, una diferencia de 6,34 veces.

Sin considerar las diferencias en candidatos y porcentaje de gente que vota, un candidato a diputado en el distrito D20, necesita 6,34 votos por cada voto que necesita un candidato a diputado en el distrito D6. O dicho de otra forma, en Vallenar el voto vale 6.3 veces más que en Maipú.


Una vez elegido los parlamentarios, su voto cuenta lo mismo en el Congreso. Los votos de los diputados de los diez distritos más grandes, que representan a 3,8 millones de Chilenos, valen lo mismo que los votos de los diputados de los  diez distritos más pequeños, que representan a 1,2 millones de chilenos.


El Sistema electoral no da lo mismo y los líderes no han sabido explicar al público en general las consecuencias de las distintas formas de representar. El cambio del sistema binominal, la forma como se representan los electores en el parlamento es el corazón de la democracia.

Cambiatón Electoral: De dónde vienen los cambios

Publicado por Antonio Diaz, Cristobal Huneeus y Marta Lagos
En nuestro artículo anterior (Cambiaton Electoral: Un Padrón Político), analizamos las magnitudes de los cambios en el padrón electoral entre los años 2012 y 2013.  Allí, concluimos que los tres distritos con más cambios, son el D21 (Ñuñoa-Providencia), el D22 (Santiago) y el D23 (Vitacura-Las Condes-Lo Barnechea).

En las próximas líneas veremos de dónde vienen los votantes que se cambiaron a estas comunas.

Tabla 1: Distribución por Circunscripción Senatorial
de los inscritos que se cambiaron a los distritos D21-D23

En el caso del distrito D21, el 23,1% de los nuevos inscritos, que se cambiaron de distrito, vienen de un distrito de la circunscripción senatorial de Santiago Poniente y un 33,1% de un distrito de la  circunscripción senatorial de Santiago Oriente, a la cual pertenece el mencionado distrito, conformado por Ñuñoa y Providencia. Es decir un 56,1% de las personas que se cambiaron al D21 venían de distritos de la Región Metropolitana. Una situación similar es la que se distingue en el D22,  donde el 58,7% de los nuevos inscritos viene de otro distrito perteneciente a la Región Metropolitana. En Vitacura- Las Condes y Lo Barnechea, que corresponde al D23, menos de la mitad de las personas (45,5%) que se cambiaron para votar en  ese distrito provenían de otro ubicado en  la Región Metropolitana.  En este caso, se  podríamos  pensar que los chilenos que estaban inscritos en las comunas donde veraneaban para la lección municipal de 2012, decidieron cambiarse para al distrito donde viven para la elección presidencial.